El segundo tiempo fue otra historia, Mourinho arriesgó con Higuaín por Lass dejando a Alonso solo en el medio, y con un ataque letal con Benzema y el Pipa en punta. Desde ahí el Madrid fue dueño del balón y señor del partido, eso si, seguían sin llegar las ocasiones, solo unos lanzamientos del "bixo" asustaron al portero mallorquí. Mourinho completó sus cambios sacando a Marcelo y Arbeloa y metiendo en el campo a Coentrao y Kaka, lo que hizo jugar con tres defensas, el Madrid quería el partido y sabía que podía remontar.
Así con un pase majestuoso de el Mago de ÖZil en el área Higuaín daba el empate (71´) y hacia soñar con una remontada más que posible. El Pipa lo celebró con garra y pasión al igual que toda la afición. Después un trallazo de Cristiano desde un pico del área se estrelló en el larguero, hubiera sido un golazo del Ronaldo que no está teniendo suerte últimamente. El Mallorca estaba agotado y encerrado en su área, el Madrid tenía el partido a un gol.
El Madrid lanzado tuvo su premio, Higuaín lucha como nunca un balón en el área al que no consigue llegar Benzema, el balón queda suelto y aparece al fondo Callejón corriendo se perfila y gol (84´). Un gol de rabia que hacían recordar a las viejas remontadas del Real Madrid. Callejón mostraba su escudo, el escudo del equipo que le vio crecer como canterano. Aparecieron los antiguos valores del madridismo, desde Di Stéfano hasta el mismísimo Juanito. Partido sin fútbol, pero con mucha, mucha emoción.
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